
En un rincón de la casa, un bar con azulejos en blanco y negro resplandece. Botellas alineadas como una orquesta silenciosa, dispuestas a ofrecer un sorbo de sofisticación. Las luces brillan, creando un ambiente que invita a la conversación y al deleite.
En un rincón de la casa, un bar con azulejos en blanco y negro resplandece. Botellas alineadas como una orquesta silenciosa, dispuestas a ofrecer un sorbo de sofisticación. Las luces brillan, creando un ambiente que invita a la conversación y al deleite.